viernes, 20 de julio de 2012

El secreto

El primero en descubrir el secreto fue Kike, el hermano mayor. A media noche se metía bajo la cama. Sus ojos atravesaban la penumbra hasta percibir movimientos, latidos y espirales fluorescentes. Aquel era el primer sueño que Papá escondió detrás de la luz. Lo había dejado allí para que saliera en la noche y solo Él poder mirarlo. Una noche Kike escapó de la habitación y bajó los escalones hasta la sala oscura en donde estaba papá. Se sentó a su lado y no dijo nada. Clavó los ojos en el aire hasta que aparecieron las espirales fluorescentes. Ambos permanecieron inmóviles por mucho tiempo. Al día siguiente Kike despertó acostado en su cama y arropado con la sábana hasta el cuello. La mañana era limpia y silenciosa. No podía recordar el instante en que lo venció el sueño. El momento en que Papá lo trajo de vuelta y dejó en sus manos una caja de fósforos.